martes, 30 de diciembre de 2008

La traducción de los síntomas...


Taquicardia: 

La actividad en el S.N.S. (ver artículo anterior), produce un incremento en el ritmo cardíaco. Esto es vital para la preparación para la actividad, ya que ayuda a aumentar la velocidad del flujo sanguíneo y mejora de este modo el reparto de oxígeno a los tejidos y la eliminación de los productos de desecho. Esta es la razón por la que el corazón late a ritmo acelerado o que late con fuerza durante los períodos de elevada ansiedad o pánico.

Entumecimiento, "hormigueos":

Además, hay un cambio en el flujo sanguíneo. La sangre es retirada de los sitios donde no se necesita y dirigida hacia los sitios donde se necesita más. Por ejemplo, la sangre se retira de la piel y de los dedos de manos y pies. Por eso durante un pico de ansiedad la piel se ve pálida y fría, y brazos y piernas incluso, pueden sufrir parestesias (sensación de hormigueo).  Además la sangre se dirige a los grandes músculos como los muslos y los bíceps,  lo que ayuda a que el cuerpo se prepare para la acción .

Problemas para respirar:

La respuesta de lucha-huida está asociada con un incremento en la velocidad y profundidad de la respiración . Esto tiene una importancia obvia para la defensa del organismo, ya que los tejidos necesitan más oxigeno para prepararse para la acción. Las sensaciones producidas por este incremento en la respiración pueden incluir, sin embargo, falta de aliento, sensación de ahogo o asfixia e incluso dolores u opresión en el pecho.  Es importante saber que un efecto secundario del incremento de la respiración, especialmente si no se lleva a cabo ninguna actividad, es que el aporte de sangre a la cabeza disminuye.
 Aunque sólo es una pequeña cantidad y no es en absoluto peligroso, produce una serie de síntomas desagradables (pero inofensivos) que incluyen mareo, visión borrosa, confusión, irrealidad y oleadas de calor.  

Otros síntomas:

La activación del S.N.S. produce otros efectos, ninguno de los cuales es dañino: las pupilas se dilatan para dejar que entre más luz, lo que puede producir visión borrosa y puntitos luminosos frente a los ojos,  entre otras cosas. Hay una disminución de la salivación , lo que hace que la boca esté seca. Hay una menor actividad en el sistema digestivo, lo que produce frecuentemente naúsea, pesadez de estómago e incluso estreñimiento.

Tensión muscular:

Finalmente, muchos de los grupos musculares se tensan para prepararse para la lucha o la huida y esto produce sentimientos subjetivos de tensión, que a veces se acompañan de dolores reales así como de temblores y sacudidas.  

   En conjunto, la respuesta de lucha-huida produce una activación general de todo el metabolismo corporal. Así uno se siente, frecuentemente acalorado y, como este proceso emplea mucha energía, después uno se siente generalmente agotado y cansado.

Conductas:

 Como se ha dicho antes,la respuesta de lucha-huida prepara el cuerpo para la acción: atacar o correr. No es ninguna sorpresa que los impulsos dominantes asociados con esta respuesta sean los de agresión y el deseo de escapar. Cuando esto no es posible (debido a las limitaciones sociales), los impulsos serán frecuentemente expresados mediante comportamientos tales como dar golpecitos con el pie, pasearse de un lado a otro o hablar bruscamente a la gente.

 En resumen, los sentimientos producidos son los de estar atrapado y necesitar escapar.

Hipervigilancia: un estado de alerta continuo (y sobresalto)   

 El efecto principal de la respuesta de lucha-huida es alertar al organismo de la posible existencia de peligro. Así, hay un cambio inmediato y automático en la atención para explorar los alrededores en busca de una amenaza potencial. 

Problemas para concentrarse:

Se hace muy difícil concentrarse en las tareas diarias cuando uno está ansioso.  Las personas ansiosas se quejan frecuentemente de que se distraen fácilmente de sus tareas diarias, de que no pueden concentrarse, y de que tienes problemas de memoria. 

Y se desatan los síntomas cognitivos:

A veces, no pueden encontrar una amenaza obvia. Desafortunadamente, la mayoría de la gente no puede aceptar que no tenga ninguna explicación para algo. Por tanto en muchos casos, cuando la gente no puede encontrar una explicación para sus sensaciones, dirige su búsqueda hacia ella misma. Es decir, "si nada en el exterior me está haciendo sentir ansioso, debe haber algo mal en mi" En este caso el cerebro inventa una explicación tal como "me debo de estar muriendo, perdiendo el control, o volviéndome loco".

Como hemos visto  nada puede estar más lejos de la verdad, ya que el propósito de  la respuesta de lucha-huida es proteger al organismo, no dañarlo. De todos modos son pensamientos comprensibles.