La activación del S.N.S. produce otros efectos, ninguno de los cuales es dañino: las pupilas se dilatan para dejar que entre más luz, lo que puede producir visión borrosa y puntitos luminosos frente a los ojos, entre otras cosas. Hay una disminución de la salivación , lo que hace que la boca esté seca. Hay una menor actividad en el sistema digestivo, lo que produce frecuentemente naúsea, pesadez de estómago e incluso estreñimiento.
Tensión muscular:
Finalmente, muchos de los grupos musculares se tensan para prepararse para la lucha o la huida y esto produce sentimientos subjetivos de tensión, que a veces se acompañan de dolores reales así como de temblores y sacudidas.
En conjunto, la respuesta de lucha-huida produce una activación general de todo el metabolismo corporal. Así uno se siente, frecuentemente acalorado y, como este proceso emplea mucha energía, después uno se siente generalmente agotado y cansado.
Conductas:
Como se ha dicho antes,la respuesta de lucha-huida prepara el cuerpo para la acción: atacar o correr. No es ninguna sorpresa que los impulsos dominantes asociados con esta respuesta sean los de agresión y el deseo de escapar. Cuando esto no es posible (debido a las limitaciones sociales), los impulsos serán frecuentemente expresados mediante comportamientos tales como dar golpecitos con el pie, pasearse de un lado a otro o hablar bruscamente a la gente.
En resumen, los sentimientos producidos son los de estar atrapado y necesitar escapar.
Hipervigilancia: un estado de alerta continuo (y sobresalto)
El efecto principal de la respuesta de lucha-huida es alertar al organismo de la posible existencia de peligro. Así, hay un cambio inmediato y automático en la atención para explorar los alrededores en busca de una amenaza potencial.
Problemas para concentrarse:
Se hace muy difícil concentrarse en las tareas diarias cuando uno está ansioso. Las personas ansiosas se quejan frecuentemente de que se distraen fácilmente de sus tareas diarias, de que no pueden concentrarse, y de que tienes problemas de memoria.
Y se desatan los síntomas cognitivos:
A veces, no pueden encontrar una amenaza obvia. Desafortunadamente, la mayoría de la gente no puede aceptar que no tenga ninguna explicación para algo. Por tanto en muchos casos, cuando la gente no puede encontrar una explicación para sus sensaciones, dirige su búsqueda hacia ella misma. Es decir, "si nada en el exterior me está haciendo sentir ansioso, debe haber algo mal en mi". En este caso el cerebro inventa una explicación tal como "me debo de estar muriendo, perdiendo el control, o volviéndome loco".
Como hemos visto nada puede estar más lejos de la verdad, ya que el propósito de la respuesta de lucha-huida es proteger al organismo, no dañarlo. De todos modos son pensamientos comprensibles.